Hace años cumplir cincuenta era visto como dejar atrás lo mejor de la vida. Nuestros padres vivían esta edad como una cuenta atrás hacia la jubilación, con menos planes y más silencio. Pero ¿sabes qué? Hoy es completamente distinto.
Mirada al pasado, mirada al presente
Antes, los cincuenta parecían el preludio del final. La gente se acomodaba. Nos imaginábamos vidas tranquilas, casi estáticas. Pero ahora… ¿quién dijo que a los cincuenta se deja de vivir? Quienes hemos llegado aquí sabemos que seguimos teniendo metas, curiosidad y energía. Aprendemos idiomas, nos lanzamos a hacer deporte, viajamos, nos reinventamos laboralmente. Incluso nos atrevemos con eso que siempre postergamos.

La sociedad, por fin, nos mira con otros ojos
No somos nosotros solos cambiando. El mundo también empieza a entendernos. La experiencia ya no se ve como algo viejo, sino como un valor. Las empresas buscan perfiles senior, la publicidad nos incluye y la tecnología —esa que a veces asusta— diseña productos pensando en nosotros. Porque tenemos cosas que decir, que enseñar y que disfrutar.

Sí, hay desafíos… como en cualquier edad
Adaptarse a un mercado laboral distinto, mantener el bienestar físico y mental, actualizarse digitalmente… Nadie dijo que fuera fácil. Pero es una etapa llena de oportunidades, para poder reconectar con aquello que nos interesa y apasiona, iniciar proyectos pendientes, construir nuevas redes y aprender nuevas cosas.
En SOMOS 50 pensamos que cumplir años no es restar, sino sumar. Sumar experiencias, relaciones y posibilidades. Esta década puede ser —queremos que sea— un punto de partida, no de llegada.