Lectura y otras alternativas que son algo más que ocio

Arrancamos noviembre con nuestro Taller de Lectura Colaborativa y Creación Colectiva, un espacio para reencontrarnos con las historias. Disfrutar de la lectura una de nuestras debilidades… pero tenemos más.

Hoy sabemos que leer no es solo un placer, sino también una forma de cuidar la salud emocional y cognitiva. Investigaciones recientes confirman que la lectura regular reduce la ansiedad, mejora la concentración y refuerza la empatía. No es casual que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconozca la lectura, junto con otras actividades intelectuales y sociales, como una de las mejores formas de proteger la salud mental y prevenir el aislamiento.

Como recordaba Borges:“Uno no es lo que es por lo que escribe, sino por lo que ha leído.”

Pero hoy en día disfrutamos las historias de muchas maneras distintas. Los podcasts son un recurso muy interesante. Escuchar una historia mientras caminamos, cocinamos o viajamos es una forma actualizada de lectura, que nos permite conectar con ideas, voces y emociones sin necesidad de pantalla.

Investigaciones recientes, como las de la Universidad de Glasgow y la BBC (2023–2024), destacan que los podcasts narrativos y culturales mejoran la concentración y el pensamiento reflexivo, especialmente en personas adultas que buscan aprender o acompañar su día con contenidos significativos. Además, estudios de neurociencia confirman que escuchar historias activa las mismas áreas cerebrales que leer un libro, estimulando la imaginación y la empatía.

Y si hablamos de emociones compartidas, no podemos olvidar las series. Cada historia, cada personaje, nos invita a explorar miedos, deseos y dilemas muy humanos. Según estudios de la Universidad de Navarra, ver ficción de calidad, especialmente cuando se comenta o se comparte, puede fortalecer la empatía, el pensamiento crítico y la cohesión social.

Dejamos para el final una de las formas más sorprendentes, y también más creativas, de disfrutar las historias: los videojuegos narrativos. Los datos lo confirman: casi el 40 % de los jugadores europeos supera los 45 años, según el informe de la Interactive Software Federation of Europe (ISFE, 2024).

La mayoría de ellos son personas que crecieron con títulos como Monkey Island o Prince of Persia, y que ahora disfrutan de nuevos títulos, como Life is Strange, Firewatch o The Last Guardian, que invitan a empatizar con los personajes, reflexionar sobre los dilemas morales y conectar con temas universales como la pérdida, la amistad o la esperanza.

Historias hay muchas, y maneras de disfrutarlas también. La lectura, el cine, los podcasts o los videojuegos forman parte de una misma cultura del ocio que estimula la curiosidad y mantiene la mente despierta. Dedicar tiempo a sumergirse en ellas no es un lujo: es una forma de seguir aprendiendo, relajarse y cuidar el bienestar día a día.

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